Estados Unidos: como es bien sabido, aquí todo es un poco más grande: las calles, las tiendas, los estadios... y, a veces, también los momentos. Para el equipo inclusivo del Bayer 04, participar en la Genuine World Cup 2025 en Houston fue más que un gran torneo. Fue una experiencia que dejó huella, tanto en lo deportivo como en lo humano y en lo internacional.
40 equipos de 23 países se reunieron en Texas durante la última semana de julio para enviar un mensaje claro de participación y comunidad. Un mensaje que trasciende fronteras, idiomas y diferencias. La Genuine World Cup sigue un sistema único: después de cada partido, se reorganizan los emparejamientos, los ganadores juegan contra equipos más fuertes y los perdedores contra rivales similares. De este modo, todos los equipos tienen posibilidades reales de éxito, independientemente de su nivel de rendimiento. Un sistema que hace posible la verdadera inclusión en la competición.
En medio de todo ello: el equipo inclusivo del Bayer 04. Y lo hace con ambición deportiva, mucho corazón y un espíritu de equipo que simboliza el poder del fútbol inclusivo.
Desde el principio se apuntó alto, al menos en lo que a ideas se refiere: el equipo de inclusión visitó el Centro Espacial Houston. Allí les esperaba un interlocutor muy especial para los participantes del torneo, el astronauta estadounidense Toni Antonelli, de 57 años.
«Cuando miras desde arriba este hermoso planeta Tierra, te preguntas: ¿por qué hay tantos conflictos? En el campo podéis ser rivales, pero después del pitido final volvéis a ser vecinos. Sed amables. Sed respetuosos. Y tratad bien a nuestra Tierra. Es, con diferencia, el planeta más hermoso que hemos descubierto hasta ahora».
Visiblemente emocionados, los participantes se llevaron de esta inspiradora visita, además de impresionantes imágenes del cohete Saturno V, la sensación de formar parte de algo más grande.
De los astronautas a los Houston Astros: por la tarde, el equipo visitó el partido entre el equipo de béisbol local y los Washington Nationals. Para la mayoría, fue la primera vez que vivieron el ambiente de un estadio de béisbol, los Homeruns, la cultura de los aficionados y la tradición deportiva estadounidense, una experiencia auténtica para los jóvenes futbolistas de Leverkusen.
El martes llegó el momento deportivo. En el primer partido contra el Yokohama F. Marinos de Japón, el equipo inclusivo dio lo mejor de sí mismo, pero tuvo que admitir la derrota. Sin embargo, el torneo aún era largo y la curva de aprendizaje, pronunciada.
La primera victoria llegó el miércoles por la mañana: contra el Athletic Club de Bilbao español, el resultado final fue un claro 4-1. El equipo creció notablemente y ganó confianza minuto a minuto. Especialmente impresionante: los cinco goles fueron celebrados por ambos equipos por igual. Fair play en acción. Eso causó impresión.
Por la tarde llegó el segundo triunfo, también contra un equipo español. Una nueva gran actuación colectiva dio como resultado un merecido 3-2 contra el Nàstic de Tarragona.
Ya a mediodía, el equipo técnico participó en talleres y charlas en los que los clubes participantes internacionales intercambiaron opiniones sobre cómo se vive la inclusión en todo el mundo. Inspirador y conectador.
El equipo perdía 0-3 contra el Club América de México al descanso. Pero entonces se produjo una remontada de cuento de hadas: el Werkself le dio la vuelta al partido en la segunda parte y ganó 4-3, ¡con un gol de 'Laterkusen' incluido!
Por la tarde, siguió una ajustada derrota por 0-2 contra el Valencia CF de España, en la que el Werkself volvió a demostrar su actitud y su inquebrantable cohesión.
El equipo de inclusión reúne a jugadores con diferentes necesidades. Algunos necesitan ayuda para leer, hablar o comprender, otros dependen de ayuda para tomar regularmente los medicamentos necesarios o tienen limitaciones físicas. Un país nuevo, un idioma desconocido, procesos desconocidos: un viaje como este supone un enorme reto para muchos.
El equipo técnico del Bayer 04 está especialmente formado para ello y garantiza un apoyo continuo y fiable con mucha empatía y estructura. Al mismo tiempo, se da espacio deliberadamente para fomentar la independencia. Los miembros del equipo deben asumir responsabilidades, superar nuevas situaciones y encontrar su propio camino. Esto hace que este viaje sea especial y permite a todos superarse a sí mismos.
Es esta combinación de apoyo y libertad lo que caracteriza al equipo de inclusión, como también opina el entrenador Niclas Albers: «Es difícil expresar con palabras lo orgullosos que podemos estar de estos jóvenes adultos. Aquí superan cada día retos que muchos subestimarían: un nuevo país, un entorno desconocido, además del intenso esfuerzo físico que supone jugar varios partidos en campos grandes. Todos crecen con ello. La orientación, la independencia, la consideración, la responsabilidad... todo eso se refuerza aquí. Se crean amistades más allá de las fronteras nacionales, a menudo sin un idioma común. Este torneo no es solo fútbol, ¡es una experiencia vital que marca!».
La directora del equipo, Elli García, también hace un balance positivo de la participación en la Genuine World Cup 2025: «Ha sido una organización excelente, un torneo magnífico con equipos de todo el mundo. La inclusión necesita visibilidad, y este evento la ha conseguido. Queremos seguir por este camino en el Bayer 04 y crear un acceso a nuestro club y a un deporte que, de otro modo, algunos quizá nunca podrían descubrir. Para todos los que aman el fútbol, sin importar lo diferentes que sean. Porque el fútbol es para todos».
La importancia del torneo inclusivo se extendió aparentemente hasta los más altos círculos diplomáticos: Kai Henning, cónsul general de la embajada alemana en Texas, proporcionó otro momento especial al equipo con su visita. El equipo inclusivo le obsequió con una camiseta del Bayer 04, y Henning, a cambio, entregó a la plantilla unos exclusivos pins.
En su amable discurso, impresionó con la comparación de que solo el estado de Texas es dos veces más grande que Alemania. Y como nuevo aficionado del Werkself, Henning incluso apoyó personalmente al equipo más tarde en la final.
El último día del torneo llevó al equipo al tradicional Rice Stadium, un auténtico estadio de fútbol americano con capacidad para casi 50.000 espectadores. Allí, el Werkself volvió a ofrecer una gran actuación deportiva, coronando el torneo, a pesar de las temperaturas extremas de más de 35 grados. Aunque se perdió el partido por el puesto 11 de 40 equipos contra el Kautech LT de Lituania, el ambiente tras el pitido final fue magnífico.
A continuación, el equipo animó desde la tribuna a los demás finalistas, entre los que se encontraban equipos del FC Barcelona, el Manchester United, el Inter Miami y la selección argentina, demostrando un verdadero espíritu de comunidad hasta el final.
La ceremonia de entrega de premios no solo premió de manera especial los resultados deportivos, sino también la actitud y el juego limpio: el Energy Award, elegido por todos los equipos, recayó finalmente en el Athletic Club de Bilbao, por su deportividad, positividad y apertura intercultural. El estruendoso aplauso fue totalmente merecido. Finalmente, un concierto de violín a la luz de las velas en el amplio recinto del Rice Stadium puso el broche final a una emotiva velada. Un momento de tranquilidad que muchos recordarán para siempre.
El viaje de regreso a Europa se realizó junto con el Athletic Club de Bilbao y el Inter de Milán. Fue fantástico ver cómo más de 50 personas, muchas de ellas con discapacidades, regresaban juntas a Fráncfort, con muchas conversaciones, nuevas amistades y vínculos duraderos.
La participación del equipo del Werkself en la Genuine World Cup 2025 fue una aventura internacional llena de emoción, espíritu de equipo, contratiempos y grandes momentos. Un viaje que perdurará en el recuerdo. Y una clara señal del poder del fútbol para unir. Más allá de las fronteras. Para todos.