Por fin se rompió el maleficio, por fin el equipo marcó ante su afición en el Millerntor y ganó: El alivio entre el equipo, los directivos y los aficionados fue enorme tras la victoria por 3:1 contra el Holstein Kiel el pasado fin de semana. El FC St. Pauli no había marcado ni un solo gol en los cinco partidos anteriores en casa. En el choque entre el equipo ascendido y las Cigüeñas, el lateral derecho Manolis Saliakas marcó en el minuto 25 el ansiado primer gol en el estadio Heiligengeistfeld. Y "Song 2" de Blur, el himno goleador del Kiezkicker, sonó por los altavoces por primera vez esta temporada. "Woohouuuu": los aficionados celebraron exuberantes y a un volumen ensordecedor el primer gol en casa de la Bundesliga en más de 13 años.
Gracias al guardameta Nikola Vasilj lograron su primera victoria. El de 29 años evitó que su equipo encajara el empate poco antes del pitido del descanso, al detener un penalti lanzado por Jann-Fiete Arp. «La parada del penalti fue probablemente el momento más importante del partido», declaró el capitán Jackson Irvine tras el encuentro. «Si entra, nos vamos al vestuario y a la segunda parte con una sensación completamente distinta». Sin embargo, el delantero Morgan Guilavogui hizo el 2-0 al poco de la reanudación, tras una asistencia de Johannes Eggestein (56'). Este último ya había asistido a Saliakas, y finalmente coronó su gran actuación con el 3-0 a cinco minutos del final. El Kiel sólo logró el 3-1 en el tiempo añadido por mediación de Phil Harres.
El entrenador del St. Pauli, Alexander Blessin, comentó tras la primera victoria en casa: «Por supuesto que nos alegramos. Estoy deseando no tener que responder a más preguntas en las próximas ruedas de prensa sobre cuándo llegará la primera victoria en casa. El impulso estuvo absolutamente de nuestro lado, con el gol cuando el balón rebotó en la parte interior del poste. Simplemente nos hemos ganado nuestra suerte a lo largo de las semanas. Un gran elogio para el equipo». El equipo de Blessin ya había realizado muchas buenas actuaciones en la liga y en la Copa DFB. Empató ante el RB Leipzig (0-0) y derrotó a domicilio al SC Freiburg (0-3) y al TSG Hoffenheim (0-2). Los paulistas también plantaron cara en las ajustadas derrotas en Dortmund (2-1) y contra el FC Bayern (0-1), así como en la eliminación copera contra el RB Leipzig (2-4) en la 2ª ronda. Actualmente ocupan la 15ª posición de la tabla con once puntos, seis y nueve puntos por delante de los dos puestos de descenso directo.
El jugador con más participaciones de gol, Elias Saad (dos goles, dos asistencias), ha estado ausente en las últimas semanas debido a una lesión en los ligamentos del tobillo. El extremo tampoco estará disponible para los partidos restantes de este año natural. También es dudoso que el central Karol Mets pueda regresar al equipo el sábado. El capitán de la selección estonia se perdió los dos últimos partidos por primera vez esta temporada debido a problemas en el tendón rotuliano. «En cuanto a Karol, tenemos que ver cómo evoluciona día a día», declaró el director deportivo Andreas Bornemann. Mets fue sustituido por David Nemeth. El jugador de 23 años cumplió con creces en el eje de la zaga, junto a los habituales Hauke Wahl y Eric Smith. Philipp Treu (izquierda) y Manolis Saliakas también volverán a alinearse en Leverkusen. El capitán Jackson Irvine y Carlo Boukhhalfa jugarán en el centro del campo. El delantero centro Johannes Eggestein y los dos extremos Oladapo Afolayan y Morgan Guilavogui serán probablemente los titulares en el ataque.
Además de Elias Saad, los tres porteros lesionados Sören Ahlers, Sascha Burchert (ambos operados de la rodilla) y Ben Voll (entrenamiento de recuperación), así como los centrocampistas Connor Metcalfe (problemas en los aductores) y Robert Wagner (lesión muscular) no están listos para la acción. El delantero Simon Zoller tampoco podrá jugar debido a una lesión muscular.
A pesar de los tres goles contra el Kiel, el FC St. Pauli, junto con el VfL Bochum 1848 y el 1. FC Union Berlin, sigue teniendo el ataque más flojo de la liga. Estos tres clubes sólo han marcado diez goles cada uno hasta la fecha. El conjunto de Hamburgo no marcó en siete de sus doce partidos. Los débiles valores en cuanto a disparos, precisión de disparo y aprovechamiento de ocasiones son prueba de la falta de poder de penetración que a menudo se observa. El St. Pauli se encuentra entre los tres últimos en todas estas clasificaciones. Con un solo gol, el Kiezklub tampoco representa un gran peligro en las jugadas a balón parado. Por supuesto, echará mucho de menos a Elias Saad, lesionado. Cuajó una actuación de gala en la victoria por 0-3 en Friburgo, con dos goles y una asistencia. El conjunto de Hamburgo lleva dos meses echando de menos su creatividad y su capacidad goleadora.
El equipo ascendido es susceptible a los contraataques del rival, que ya han provocado cinco goles encajados. Un problema, sin embargo, parece superado: Ante su público en el Millerntor, la primera victoria en casa contra el Kiel podría haber cambiado las tornas. El próximo partido en casa contra el SV Werder Bremen será una oportunidad para confirmarlo.
El entrenador Alexander Blessin es partidario del fútbol de presión y de transición. No es de extrañar: al fin y al cabo, procede de la escuela del RB Leipzig, donde trabajó ocho años en la cantera. Blessin cambió el estilo de su predecesor Fabian Hürzeler, partidario de la posesión y el dominio en la Bundesliga 2. Lo adaptó a las necesidades de la 1ª división. Hizo hincapié en una defensa estable. Y ha tenido éxito. El equipo hanseático sólo ha encajado 15 goles en doce partidos. Es la quinta mejor cifra de la Bundesliga. Cuatro veces dejaron la portería a cero. Lo que también tiene que ver con la gran actuación del portero Nikola Vasilj. El bosnio ha mantenido un alto nivel en las últimas semanas y detuvo su segundo penalti de la temporada contra el Kiel.
El comportamiento defensivo de todo el equipo fue muy convincente en la mayoría de los partidos, incluso en las derrotas. El juego del St Pauli se caracteriza por una gran intensidad física y de pelea. El equipo concede pocas oportunidades a sus adversarios. E intenta alcanzar el éxito por sí mismo mediante un juego de transición rápido. Casi un tercio de sus goles se han marcado al contraataque.
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