Segunda victoria consecutiva en Bundesliga y ya 10 puntos en cuatro jornadas con Kasper Hjulmand al mando. El técnico danés sigue sin conocer la derrota desde que se sienta en el banquillo del Bayer 04 y tenía motivos para estar satisfecho tras el 2-0 ante el Union Berlin. Se mostró encantado con la versión ofrecida por su equipo, destacando su madurez y profundidad: «Tras el 2-0, jugamos con mucha calidad. Los jugadores que salieron del banquillo también tuvieron una gran influencia. Hoy hemos dado otro paso adelante».
El Bayer 04 controló el partido con autoridad de principio a fin: 74 % de posesión, 92 % de acierto en el pase, el doble de remates (20 a 10) y una clara superioridad en los duelos individuales (58 % ganados). El Werkself fue paciente, intenso y preciso, y apenas concedió peligro ante un rival siempre incómodo en transiciones. La presión tras pérdida, la circulación fluida y el impacto inmediato de los cambios consolidaron una actuación sólida, que refuerza la línea ascendente del equipo bajo el nuevo técnico.
Hjulmand también se refirió a uno de los momentos delicados del encuentro, justo antes del descanso, cuando Alejandro Grimaldo tuvo que ser sustituido tras un golpe fortuito con Christian Kofane que le provocó una brecha en la cabeza. Parte de la afición visitante interpretó la situación como una pérdida de tiempo, algo que el técnico quiso aclarar con mesura: «Todos somos emocionales. La situación estaba muy lejos. Por eso no se dieron cuenta de que había pasado algo más. Yo les di la pista. Entonces, en mi opinión, reaccionaron correctamente. Me alegro de ello».
El entrenador del Bayer 04 aclaró además que la sustitución de Grimaldo no fue una decisión técnica: «Fue una decisión médica. No era posible que siguiera jugando».
Y al igual que ocurriera ante el PSV Eindhoven el pasado miércoles, uno de los grandes protagonistas del partido fue Christian Kofane, autor del segundo gol. Tras el partido, apareció junto a Edmond Tapsoba ante los micrófonos de Werkself TV, en una imagen que resume el espíritu del vestuario. «Siempre me aconseja. Me dice que lo más importante es disfrutar», explicó Kofane sobre su compatriota. El central, por su parte, elogió al joven delantero: «Estamos muy orgullosos de él. Es muy joven, pero cada día trabaja duro y tiene humildad. Estoy feliz de que haya marcado».
Otro nombre propio de la tarde fue Ernest Poku, autor del 1-0 y de nuevo decisivo tras su tanto en la pasada jornada ante el St. Pauli. «Estoy contento por el gol. Solo intento ayudar al equipo», dijo con naturalidad. Valoró también el juego coral: «No perdimos balones tontos. Y cuando los perdíamos, presionábamos al instante. Tuvimos el balón casi todo el tiempo y creamos muchas ocasiones. Eso hicimos bien». Sobre su momento personal, tras dos goles en dos partidos, se mostró confiado: «Me siento muy seguro. Pero lo mejor es que todo el equipo también. Jugamos como si lleváramos años juntos».
Desde la portería, Mark Flekken ofreció una lectura más analítica. El neerlandés explicó que el equipo aprendió del empate ante el PSV: «Allí dejamos de hacer lo que nos había hecho fuertes tras el 1-0. Hoy, en cambio, en el descanso hablamos claro y seguimos igual». Y valoró el resultado como fruto de un trabajo conjunto: «Se nota que la confianza crece, las conexiones también. Es una alegría ver al equipo desde atrás. Y esto solo se consigue juntos: nosotros con los fans, los fans con nosotros. Hoy lo hicimos bien».
La selección alemana sub-17, con los jugadores del Leverkusen Ben Hawighorst, Osman Turay, Nebe Domnic y Jeremiah Mensah, se clasificó como primera de grupo para la fase eliminatoria del Mundial sub-17 de Catar tras imponerse por un contundente 7-0 a El Salvador en el tercer partido de la fase previa. El capitán Hawighorst fue titular por tercera vez, mientras que Mensah debutó en el once inicial y marcó dos goles.
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En el marco de la entrega del premio «Fennec d'Or» al futbolista argelino del año, organizado por primera vez por el medio futbolístico «La Gazette du Fennec», el centrocampista del Bayer 04 Ibrahim Maza fue galardonado en París en la categoría «Mejor jugador joven argelino». «Es un honor para mí», declaró el joven de 19 años tras recibir el premio.
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¡Qué actuación! Contra el 1. FC Heidenheim 1846, el Werkself no solo se aseguró tres puntos importantes en la Bundesliga, sino que también regaló a sus aficionados en las gradas del BayArena una histórica victoria en casa con mucho entusiasmo y ganas de marcar goles: Solo en dos ocasiones anteriores el Bayer 04 había ganado un partido en casa en la máxima categoría del fútbol alemán por una diferencia de seis goles (antes 7-1 contra el Greuther Fürth y 6-0 contra el Kaiserslautern). Los goles del día los marcaron Patrik Schick e Ibrahim Maza, con dos tantos cada uno, y Jonas Hofmann.
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En el descanso del partido que el Werkself disputó en casa contra el 1. FC Heidenheim 1846 el sábado 8 de noviembre, se homenajeó a doce clubes de fan por su larga trayectoria. Fernando Carro, director general, y Rüdiger Vollborn, jugador récord del Bayer 04, homenajearon los 30, 35 y 40 años de aniversario de los clubes de fans frente a los banquillos del BayArena.
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Justo a tiempo para su 30.º aniversario, el Löwenclub tiene un nuevo apadrinado: el portero del Bayer 04 Mark Flekken asume el papel de Lukas Hradecky, quien en los últimos años se ha comprometido con gran dedicación y pasión con los aficionados más jóvenes del Werkself. De este modo, el holandés, que es padre de dos niñas, acompañará los eventos y actividades del Löwenclub y será un ejemplo para los niños con su carácter cordial y positivo.
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