Michels, Cruyff, Guar­diola – Lo mejor de cada uno

Al tomar el mando del Bayer 04 a inicios de año, Peter Bosz se convirtió en el entrenador número 25 en dirigir al Werkself desde el ascenso a Bundesliga en 1979. El míster de 55 años supo desde pequeño cual sería su camino – y reconoce su aprendizaje y admiración por figuras como Rinus Mitchels, Johan Cruyff y Pep Guardiola. Aquí un retrato del actual entrenador del Werkself.

Peter Bosz  ha estado bastante ocupado esta tarde. Justo después del entrenamiento de la mañana, una reunión con el gestor deportivo y financiero Rudi Völler, luego una entrevista con los colegas de Ajax-TV de Ámsterdam, una vez finalizada lo vemos acercarse a nosotros con un buen ánimo. “Peter”, nos dice para introducirse y mira al que tiene al frente de forma amigable mientras le da la mano, con una sonrisa en el rostro. No se nota ningún rastro de la imagen rigurosa con la que se le ve en los partidos o con la que suele ser descrito a veces por los medios. “Pues eso se debe a que siempre estoy completamente enfocado cuando trabajo, y si por alguna razón me pongo a fruncir el ceño, me veo muchas veces como alguien cerrado y contenido”, dijo una vez. “Pero las impresiones  engañan, no soy un tipo gruñón”. Esto quedó demostrado claramente en un video de Youtube de 10 minutos, en el que se le ve con su sobrina Joy en franela azul, hablando de su afecto por el helado de vainilla y sus vacaciones en Curaçao. 

El entrenador de 55 años es una persona muy agradable con quien conversar, habla en un tono reflectivo y calmado. Bosz analiza sus palabras con de forma meticulosa, sin que una de sus declaraciones caiga en malinterpretaciones. También tiene cosas que contar, sobre su conmovedora vida como jugador profesional o sus ahora 19 años de trayectoria como entrenador alrededor del mundo. Aunque son dos cosas que no se pueden ver de forma separada, pues aún siendo jugador, Bosz ya se veía como un entrenador. “Con 16 años ya tenía claro que iba a ser entrenador. Desde mis inicios tuve la sensación y la certeza de que como jugador no iba a llegar a la élite. Pero tenía el deseo a futuro de convertirme en un entrenador top en algún momento”. Con esa ambición obtuvo las licencias necesarias para entrenar a los 18 años en la escuela deportiva Cios, Holanda. Lo único que le faltaba era la licencia UEFA-Pro, por suerte.

Visualizar una carrera como entrenador con esa ambición y a tan poca edad es algo que trae sus frutos: Uno empieza a pensar las cosas con doble perspectiva y a guardar conocimientos y experiencias que podrán ser muy útiles en el futuro. Para Peter Bosz, de eso se trató su tiempo como joven jugador profesional: Observar detalladamente y quedarse con las cosas valiosas. Un compatriota y ex-entrenador del Bayer 04 tuvo un rol que jugar en esto: Rinus Michels, quien llevó a Holanda a ganar el mundial de 1988 en Alemania, fue entrenador de Bosz en 6 de los 8 partidos que disputó con la selección de su país.

“Cada vez que Michels se reunía a hablar con nosotros, yo iba directamente a mi cuarto para tomar notas en una libreta sobre lo que nos había dicho, pues no lo quería olvidar. Si mi deseo era ser entrenador, tenía que aprender y conservar todas estas cosas”, nos cuenta Bosz con un ejemplo: “Michels nos preguntó: ¿Quienes son los mejores defensores del mundo? Los italianos. ¿Y como defienden los italianos? Luego nos explicó a detalle que era lo que hacían, que no solo veían al jugador, si no siempre a la pelota”. Su libreta, en la cual seguramente sigue escribiendo hoy en día, debe estar llena de estas observaciones valiosas.

Peter Bosz ya había comenzado mucho antes con lo de analizar partidos y archivar conocimientos. En su juventúd ya se reunía con amigos para escribir una especie de libro sobre Johan Cruyff. “Rey Johan”, quien para los holandeses es como para los alemanes un Franz Beckenbauer, toda una estrella del fútbol mundial. En 1999 fue nombrado jugador europeo del siglo y revolucionó más tarde con su característico “Fútbol total” en sus años como entrenador del Barcelona, cambiando rádicalmente la forma de jugar al fútbol en todo el mundo. Bosz recolectó los artículos y entrevistas sobre Cruyff que encontraba, los recortó y los pego todos en un pequeño mural – como se hacía en esos tiempos cuando el internet seguía siendo territorio desconocido para los niños. Y todo lo organizaba meticulosamente en defensa, ataque y táctica. 

Ya habían pasado 2 meses desde su llegada a Tel Aviv cuando Jordi Cruyff le comentó de forma casual que sus padres vendrían de visita en marzo para quedarse por una semana. Bosz quedó agitado por la noticia. “Me emocione mucho y le pregunte: ‘¿Como, tu papa también viene? ¿Vendrá también al entrenamiento?’” La noche antes de la llegada de Johan Cruyff al campo de entrenamiento de Maccabi, Peter Bosz le daba vueltas en su cabeza a la planificación de la sesión de entrenamiento. “Quería que fuera un super entrenamiento cuando Johan estuviera presente”.

Luego, los dos se sentaron afuera en un banco, tomaron un café e intercambiaron ideas sobre fútbol durante unas horas. Los próximos días también mantuvieron un contacto cercano. Cuando Cruyff lo invitó a un restaurante a comer, quedó demostrado que en Israel también disfrutaba de gran fama. Luego de un cuarto de hora, los trabajadores del restaurante llamaron al jefe del local, quien llegó con su hijo para tomarse una gran cantidad de fotos con Cruyff. Lo mismo se repitió en unos días – solo que esta vez era el ministro deportivo de Israel el que quería un momento con el ídolo holandés.

Cruyff en este momento ya padecía de cáncer. Bosz quedó increíblemente impresionado por su actitud frente a la enfermedad mortal. “Johan fue bastante abierto al respecto, hablando sobre la expansión de los tumores en su cabeza y espalda. Pero nunca se lamentó ni quejó, nunca he tratado con una persona que abordara la enfermedad de una manera tan positiva como él. Él dijo: “Tengo tanta buena suerte que el cáncer está ubicado en esta parte de la cabeza, de otra manera no podría caminar”. Johan sabía mirar lo bueno de la situación. Fue una semana increíble y una gran experiencia conocerlo de esa manera”.

Cuando Johan Cruyff voló de Tel Aviv regresando a Barcelona, sufría ya de mucho dolor. Inmediatamente después de aterrizar, su esposa llamó al médico desde el avión y directamente sin pasar por casa fueron al hospital. Cruyff no pudo resistir más y murió allí el 24 de marzo de 2016 a la edad de 68 años. Todo el mundo futbolístico lloró por su muerte. Las últimas fotos y videos de Johan Cruyff lo muestran en el campo del Maccabi Tel Aviv hablando con Peter Bosz en el banco.

Cuando Johan Cruyff como entrenador embelesaba el Camp Nou Barcelona, tuvo en 1990 un joven jugador bajo sus alas, un tal Josep "Pep" Guardiola. El actual entrenador del Manchester City y ex técnico del Bayern Múnich también ha sido mentalmente formado por Cruyff. "Johan ha construido los cimientos, nosotros solo los mantenemos", dijo una vez el catalán. Para Peter Bosz, Guardiola detrás de Michels y Cruyff, es el tercer mejor entrenador de fútbol, digno de todo reconocimiento. El libro "El señor Guardiola" acerca de su tiempo en el Bayern lo mantuvo encantado. "Un gran libro del que he aprendido mucho. Cuando era entrenador en el Vitesse, compramos el libro para todos los empleados y lo hicimos de lectura obligatoria. Hay un montón de cosas útiles allí, las actualmente las uso en el Bayer04. Pero al final cada uno tiene su propio estilo", dijo Bosz.

Tanto de Cruyff como de Guardiola he sobretodo una cosa: "En primera instancia siempre queremos ganar, esto está claro y es prioritario. Pero también queremos que los fanáticos regresen emocionados a casa luego de un partido y hayan experimentado grandes emociones. Las personas pagan mucho dinero por un abono de temporada, y por supuesto que se lo merecen, tienen que obtener una plusvalía por él y sentirse entretenidos con el espectáculo brindado”. En su todavía corto camino recorrido con el Werkself dejó muy claro sus ideales, independiente del resultado, sea victoria (como aquel 3-1 contra el Bayern de Múnich) o la derrota (como aquel 2-3 en Dortmund)

Es de remarcar el kilometraje aumentado del Bayer 04 bajo las órdenes de Bosz, tanto en la pista como en los tiempos. Estadísticas del Werkself dan muchas veces nueve kilómetros más recorridos que para el oponenete. Y los más de 300 sprints realizados, como contra el Bayern o el Wolfsburgo son valores admirables que incluso se han superado ligeramente en la Bundesliga, en 2014 cuando Bayer 04 estando en Dortmund jugó el primer partido bajo la dirección de Roger Schmidt. Peter Bosz sabe muy bien que esta forma de jugar cuesta mucho sudor. "Nuestro estilo es muy, muy intenso y no se puede repetir cada tres días durante 90 minutos, seis meses seguidos, eso es imposible". Así que es crucial que aprendamos a controlar el partido una vez que llevemos la ventaja. El equipo ya ha hecho suyo este concepto y lo ha implementado en el corto tiempo, es impresionante. Los muchachos hasta ahora lo han hecho muy bien".

Probablemente por eso en las últimas apariciones de los dirigidos por el entrenador se impusieron actuaciones como contra Dusseldorf con más de 1 000 pases jugados o en la segunda parte en Mainz, cuando el FSV durante cuatro minutos no tocó el balón. "Sólo ejercer tal dominio, un oponente termina de quebrarse. Si tenemos el balón y lo dejamos correr, el oponente también corre. Y si jugamos la pelota rápido, el oponente tiene que correr rápido. En algún momento está tan cansado que abre espacios y llegamos a tener oportunidades y marcar goles", enfatiza Bosz. Y en los medios de comunicación, se preguntan si el entrenador que presenta un espectáculo ofensivo del tipo dominante, tiene un efecto positivo con el público. No siempre todo tiene que ser solo fuegos artificiales, incluso la circulación bien cuidada de la pelota produce alegría cuando el espectáculo resulta aburrido.

Por cierto, Bosz también utiliza libros y notas en Leverkusen: califica a los jugadores del Werkself después de cada partido, así como a los jugadores de las divisiones menores, con puntuaciones que van del 1 al 10. "Creo que la mejor calificación fue un 9, pero solo una vez y aún no en Bayer 04. No puedes hacer todo bien en el campo, siempre hay un camino que deberías haber hecho y no lo realizaste".

Julian Brandt "Nuestro entrenador es un poco perfeccionista. Nunca podemos hacerlo del todo bien", dice el internacional, que floreció en un nuevo rol bajo el mando del nuevo entrenador. Probablemente sea el ajuste esencial en el juego del Leverkusen lo que cambió Bosz, en el cual Brandt junto a Kai Havertz tienen la oportunidad de crear en el mediocampo: "Siempre he visto a Jule más en el centro que de ala. Es un buen jugador, y tienes que darle el balón a los buenos jugadores tan a menudo como puedas". Una estrategia astuta. El tridente con los dos creativos y mejores compañeros: Brandt y Havertz, más el estratega y serio Charles Aránguiz .

El nuevo estilo de juego es bien recibido por el equipo. "Todos disfrutamos jugando al fútbol de esta manera", dice Jonathan Tah. Tenemos una idea de juego clara y realmente buena", dice Kevin Volland. "Hacemos las cosas mucho mejor que antes", declara Kai Havertz. "Cada jugador tiene un rol definido y sabe lo que tiene que hacer en el campo", enfatiza Karim Bellarabi. Es obvio que no todos los procesos pueden ser automatizados. "Sin embargo, las dos semanas de preparación que los jugadores tuvieron con Peter Bosz fueron muy importantes. Es por eso que volunytariamente hicimos el cambio de entrenador durante la pausa invernal", dice el Director Deportivo, Rudi Völler.

El jugador Peter Bosz, un seis en el mediocampo ofensivo, no habría tenido nada que ver con el entrenador Peter Bosz, a pesar de haber jugado ocho partidos internacionales para los Países Bajos, un campeonato y tres victorias en la copa con el Feyenoord y actuaciones como profesional en Francia (SC Toulon), Alemania ( Hansa Rostock) y Japón (JEF United). "No era genial técnicamente, no era rápido, no era físicamente muy fuerte, no tenía un buen juego de cabecera", dice sin respirar. "Pero al menos yo era un jugador con actitud ganadora y un jugador inteligente, así que terminé llevando mi profesionalismo a un nivel decente".

Antiguos colegas como Bernard Schuiteman, con quien jugó seis partidos de la Bundesliga para Bayer 04 de 1993 a 1995 y luego jugó junto a Bosz en el Feyenoord durante un año y medio, solo pueden confirmarlo. "Cuando regresé a Holanda desde Leverkusen siendo joven, Peter había estado en Rotterdam por un tiempo y ya era un líder. Era un estratega con buen ojo y una técnica sólida que podía leer el juego. Y como profesional, fue alguien que pensó desde siempre como entrenador", recuerda Schuiteman, quien vive en Austria desde hace ya 13 años y es responsable del equipo de la Premier League inglesa Wolverhampton Wanderers como un reclutador internacional para Europa Central. Del entrenador Peter Bosz, Schuiteman también tiene una opinión clara: "Se ha perfeccionado paso a paso y ha desarrollado su estilo de juego. Un buen entrenador puede ser reconocido no solo por los resultados, sino también por su propio estilo, y él definitivamente lo ha hecho".

Otro compatriota de Bosz, el antiguo jugador de Bayer 04, Erik Meijer, lo describe de manera muy similar. "Trabaja muy meticulosamente y está muy bien preparado. Bosz puede jugar con riesgo de una manera calculada y atacar temprano, pero con una buena base. Se necesita mucha energía para este estilo, Peter exige mucho de sus jugadores. Para mí él tiene una forma muy nueva de ver el fútbol. Una vez lo entrevisté para Sky cuando aún era entrenador en Dortmund. Siempre tiene una explicación plausible y clara del porqué funcionan o no las cosas. Creo que es realmente un buen entrenador”, dice Meijer.

El hecho de que Bosz tuvo un periodo de un año sin dirigir entre su tiempo en Dortmund y cuando toma la batuta en Leverkusen tuvo muchas razones. "Era lo que quería y necesitaba. Apenas un día después de mi finalización con el BVB, varios clubes me llamaron, pero estaba cansado y completamente sin energía. En los tres años anteriores, mi esposa y yo nos mudamos seis veces, fue agotador y es por eso que voluntariamente no quería volver a empezar el verano pasado y es por eso que me tomé un descanso más largo. Por un tiempo, me gustó tanto que pensé: ya no hago más nada", afirma el entrenador.

Pero cuando Bayer 04 entró en contacto con Bayer 04 a fines del año pasado, la fiebre del fútbol lo dominó completamente nuevamente y Peter Bosz no tuvo que pensarlo dos veces. Después de todo, todavía tenía algo por hacer y por completar aquí. "La gente en Alemania aún no ha visto al verdadero entrenador Peter Bosz", dijo a los periodistas en su presentación en Leverkusen a principios de enero. Sonaba como una promesa, la cual con el Bayer 04 ha empezado a cumplir.

Ralph Elsen

Este artículo es parte de la revista Werks11-Magazins (2018/2019, Número 19)