Los apodos llevan existiendo desde hace años, tanto en el fútbol como en la vida real. Algo que comenzó hace mucho tiempo: "Boss" Rahn, "Pille" Gecks, "Ente" Lippens, "Bulle" Roth, "Bomber" Müller. En las filas del Werkself en las últimas décadas también ha habido algún que otro apodo. Muchas veces estos salen simplemente del nombre del jugador y por lo tanto son muy lógicos: "Emma" para Emerson por ejemplo, "Lupo" para Ioan Lupesco, "Balle" para Michael Ballack o "Berbo" Dimitar Berbatov. La cosa ya se pone más interesante en cuanto los apodos tienen una historia detrás y de esos ha habido muchos a lo largo de la historia del Leverkusen y muchos de los cuales necesitan de una explicación. Hemos analizado once de ellos.
Empezemos con la plantilla actual del Leverkusen. Seguramente Joel Pohjanpalo no podría haberse imaginado un mejor apodo que el que le han puesto. En doble sentido. Por un lado porque nuestro jugador finlandés se parece al actor alemán Max von der Groeben, que en la película "Fack Ju Göthe" encarna el papel de "Danger" Becker. Por el otro, "Danger" (peligro) es un sustantivo que le va a la perfección, siendo un jugador que siempre crea peligro en el área rival.
El apodo de nuestro portero austriaco tiene un toque marcial y enseguida a uno le viene a la cabeza la pregunta de qué tiene que ver el guardameta con Sylvester Stallone y su papel en la película. El origen de este apodo es más bien un poco banal si uno eschucha la explicación de Ramazan Özcan: "Tenía 13 años y mi entrenador me puso ese apodo porque mi nombre le parecía demasiado largo. En aquel entonces yo ya era un tipo positivo y algo loco, por lo que un día me comenzó a llamar 'Rambo'. Y así hasta el día de hoy. Incluso los profesores en la escuela superior de comercio en la que estudié me llamaban así".
Su apodo se lo ganó cuando aún era muy joven. Con tan solo ocho años su entrenador en aquel entonces, Helmut Koch, se lo puso. Dado que en el equipo juvenil del BFC Dynamo 1980 había varios chicos con el nombre de Stefan o Steffen, el entrenador decidió darle el apodo de "Paule" a Beinlich. "Nadie se llamaba así, y menos en la RDA", dice Beinlich, natural del este de Berlín. Rápidamente el nombre se estableció allá donde iba el jugador. Tanto en el Hansa Rostock, el Bayer 04, el Hertha de Berlín o el Hamburgo, Beinlich, que en realidad se llama Stefan Kurt Martin, siempre fue "Paule".
De toda la vida a Bernd Schneider se le ha llamado "Schnix". El apodo tenía mucho sentido y además le gustaba al portador. El apodo tiene su origen en el verbo "schnixeln" (alemán para 'saber controlar muy bien el balón'). Algo que define a la perfección a este jugador. Desde la final del Mundial de 2002, a Schneider le pusieron otro nombre más. "El brasileño blanco" le decía la gente tras la derrota por 0-2 de la selección alemana frente a Brasil. Por lo que se sabe, este apodo se lo puso su compañero de equipo, Emerson, porque no sabía pronunciar la palabra "Schnix".
Incluso con 53 años, el exitoso goleador del Bayer 04, sigue siendo digno de su apodo. Dado que su pelo sigue siendo negro como la noche y su aspecto un poco mediterráneo. "Sigo siendo el "Schwatte", dice Ulf Kirsten. 'Der Schwatte' viene de la palabra 'negro', es decir 'El Negro'. Eso se debe a su color de pelo. "Casi nadie me llama Ulf, pero nunca he tenido un problema con ello". En su época en el Bayer 04, Kirsten incluso tuvo un apodo más, que compartía con otro jugador de la antigua RDA, "Motzki". La palabra "Motzki" viene del verbo alemán "motzen" que significa tanto como 'quejarse'. Kirsten compartía este nombre con Matthias Sammer, al que también le gustaba mucho quejarse.
Al berlinés su apodo de "Zecke" (garrapata en alemán) se lo puso Ulf Kirsten, dado que cuando salieron a correr un día por el bosque en un entrenamiento en 1995, a Neuendorf le mordió una garrapata. "Cuando en el campo a veces alguien me llamaba Andreas, muchas veces ya ni reaccionaba", cuenta Neuendorf. Fue tal la identificación con su apodo que pidió que le pusieron "Zecke" en su camiseta. El DFB primero no le permitió hacer esto, indicando que solo se puede poner en la camiseta el nombre que aparece en el documento de identificación del jugador. Neuendorf, que no era tonto, se enteró que los artistas pueden poner su nombre artístico en el documento de identificación. Asi que con la ayuda de su mujer, que pintaba cuadros, se puso manos a la obra y creó los cuadros "Cara" y "Garabato" en 2001. Firmó los cuadros como "Zecke" y los subastó en una subasta creada por él. A continuación se prensentó con un artículo del periódico sobre la subasta de arte en las oficinas de documentación y se presentó como el famoso pintos Zecke. Sin mayores problemas ahora su nuevo nombre figuraba en sus papeles. Desde 2002, Andreas Neuendorf, llevaba en su camiseta el nombre de "Zecke".
Este apodo no tiene mayor explicación. "Atze" significa "Hermano" en dialecto berlinés. Así que todo aquel que venía de Berlín al Bayer 04, en aquellos tiempos, rápidamente obtenía ese apodo: tanto Klaus Schulze, jugador del equipo que logró el ascenso en 1979, al igual que Thomas Zechel, que llevó la camiseta del Werkself desde 1983 hasta 1988. Rüdiger Vollborn o Carsten Ramelow, que también nacieron y crecieron en Berlín, son algunos de los jugadores que no obtuvieron este apodo.
Un caso típico de apodo creado por uno mismo. Christian Schreier se puso el apodo de "Hacki" el mismo. Este apodo lo tomó del jugador del Borussia Mönchengladbach, Herbert "Hacki" Wimmer, que recorría siempre grandes distancias en el campo. La razón por qué Schreier se puso este apodo es porque primero en el Bochum y después en el Bayer 04 jugaba delantero centro, pero más tarde le hicieron jugar de centrocampista. "Estupendo, ahora ya solo tengo que correr, correr, correr", se quejaba medio bromeando. "Me podéis llamar 'Hacki' a partir de ahora", concluyó.
Otro caso en el que el apodo lo creó el apodado. "Yo todavía era un auténtico futbolista de la calle y todos teníamos un apodo". Se sabe además, que Wollitz se presentó en 1987 en Schalke a jugadores como "Tanne" Fichtel, Olaf Thon o Rüdiger Abramczik con las siguientes palabras: "Me llamo Claus-Dieter Wollitz, pero me podéis llamar Pelé". Cuando Wollitz fichó por el Leverkusen en 1988, sus compañeros no aceptaron del todo ese apodo. "Pelé nos parecía un poco exagerado", recuerda Rüdiger Wollitz, "por lo que simplememente le llamamos 'Pelle'".
Happe, que ganó la Copa DFB en 1993 con el Bayer 04, obtuvo su apodo por Jackie Charlton. Este en realidad se llamaba John y era el hermano mayor del legendario Bobby Charlton, que es algo así como el Franz Beckenbauer inglés. Ambos Charlton se coronaron campeones de mundo con Inglaterra en 1966. El hecho de que a Markus Happe le apodaran "Jackie" se debió a la forma tan recta de andar de ambos defensas. Siempre parecía un poco como si llevasen un palo atado a las espalda".
Nomen est omen. Klaus Täuber, ganador de la Copa de la UEFA en 1088 con el Werkself, le contó a la revista '11 Freunde' el por qué de este apodo: "Siempre he sido un luchador. Nunca vale rendirse, ese era mi lema de vida. Con 13 años me fracturé por primera vez la tibia y el peroné, tan solo siete meses después de nuevo. En aquel entonces me juré que jamás dejaría que me sacaran en camilla del campo, sino que siempre por mi propio pie. Es algo que he mantenido durante toda mi carrera. El apodo "Boxer" (boxeador en alemán) me lo puso el periodista Alfred Draxler del periódico 'Bild' cuando me vio en un entrenamiento con el Schalke. Además le conté que cumplo años el mismo día que Muhammad Ali. Desde ese momento ya solo se hablaba del "Boxer Tauber". Un nombre que hizo que los jugadores rivales me respetaran".