Un hombre celebra su cumpleaños. Hasta aquí todo bien, pero ¡alto! Porque no se trata de cualquiera. Esto ya se presta para la primera ocasión de hacer una broma sobre su aspecto, pero no lo vamos a hacer. Lo primero, porque es estúpido. Lo segundo, porque en este caso el cumpleañero lo sabe hacer mucho mejor. Reiner Calmund cumple 70 años el 23 de noviembre. Calmund es un maestro a lo hora de reirse de si mismo. Da igual quién intenté reírse a su costa, que solo recibirá una sonrisa sin mostrar mayor interés.
¿Cómo se acerca uno a una persona que en sus siete décadas de vida no se ha perdido casi nada? Que ha pasado por varias carreras profesionales y que sigue siendo el mismo de siempre en cuanto a personalidad. Que durante mucho tiempo tuvo un asiento reservado en la montaña rusa de las emociones del fútbol y sobrevivió al estrés nocivo para la salud.
"Cali" 2018 es lo que se llama un multitalento, una persona polifacética y muy activa. Es comentarista, columnista, comunicador, multiplicador, blogger, autor de libros, experto en televisión... ¿Crees que es mucho para una sola cabeza? No para "Calli". Es ya es todo un profesional de los medios de comunicación, trabajando duro para hacerse un hueco en este mundo tan ajeno para él. Él ya era un influencer mucho antes de que esta palabra apareciera aquí en el lenguaje del marketing.
En su primer vida, Reiner Calmund, fue únicamente un hombre del fútbol. Así dirigió durante casi un cuarto de siglo el Bayer 04 Leverkusen como gerente del club. Con el ascenso a la Bundesliga en 1979 comenzó también su carrera dentro del club, que durante algunos años fue parte de la élite europea. Antes de retirarse en 2004, Calmund podía echar la mirada atrás y estar orgulloso de lo que había logrado. Logró que el club ya no fuera visto como un club "hecho por una empresa". "La mala imagen" según el "loco del fútbol" (él mismo se puso este mote), "ha desaparecido, eso es sobre todo gracias a mi".
70 años, una medad para mirar atrás sin remordimientos. A mediados de los años 70, Willibert Kremer, el entrenador del Bayer 04 en aquel entonces, trajo a Calmund al Bayer 04. Había estudiado Administración y Derecho de Empresas, era el entrenador de la asociación de fútbol del Medio Rin, había logrado como uno de los primer, adquirir la licencia como director de organización en el DFB y escribía a su vez en la sección de deportes para el periódico "Kölnische Rundschau".
De ahí en adelante, también iba en busca de jóvenes talentos más allá de las fronteras de Leverkusen. Un hombre de palabra. Una forma muy poco convencional de fichar a nuevos talentos, pero efectiva. Se podría decir que era el precursor a los ojeadores de hoy en día. El dúo Calmund/Kremer le trajo al Bayer 04 alguna que otra joven promesa. Cosa que era sorprendente si uno se fijaba en la competencia que había en el otro lado del Rin.
El ambicioso Calmund de ahí en adelante se metió a fondo con los detalles de la vida del club, hacía de speaker los días de partido y trabajaba en Bayer en recursos humanos en la sección cooperación con el extranjero. "Este desarrollo era para mi como un partido de la selección", recuerda. Esto es lenguaje futbolístico y significa tanto como "las cosas marchan..." La nueva situación fue como ganar la lotería.
Cuando el Leverkusen se clasificó para la Bundesliga en 1979, les pilló bastante de sorpresa a las personas al mando. A todos menos al joven emprendedor. En aquel entonces no existía el VAR, ni tampoco la líneas de gol calibradas, no había cuarto oficial y por una victoria sumabas dos puntos, pero Calmund tenía lo que había que tener para comenzar su ascenso en su carrera. Alquiló una tribuna de madera para el ya envejecido estadio Ulrich-Haberland, para poder cubrir el aumento de seguidores. La medida correcta en el momento correcto. Las quejas por su forma de trabajar no llegaban nunca más allá. "Al principio en realidad no era el candidato perfecto para la dirección de la empresa. Ellos hubiesen preferido un tipo repeinado con corbata".
"Calli" es una persona de Renania al cien por cien. Nació en Brühl y creció en Frechen. De las personas de esta región se dice que vson alegres desde que nacen y que viven bajo el lema 'vivir y dejar vivir', buscando la harmonía. Es una persona alegre con una fuerte unidad hacia las personas que han sido loyales, como Rudi Völler o Jürgen von Einem (responsable del sector deporte en la Bayer AG) con los que le unía una amistad y le acompañaron durante mucho tiempo en su camino.
Vemos al hombre del Bayer 04 con el micrófono en la mano. Se limpia las lágrimas de los ojos con la mano. Un momento lleno de frustración. La final de la temporada 2001/02. El equipo de Calmund tenía el título de liga ya casi entre sus manos, pero al final se les escapa. El club queda subcampeón. Después llegan Berlín y Glasgow, las derrotas en las finales de la Copa DFB y la Champions League. "Marcharos a tomar unas copas", les aconseja a los hinchas. "que yo voy a hacer lo mismo". Él mismo sabe que la resaca al día siguiente va a ser horrible.
Un año después vemos a Reiner Calmund en la tribuna del BayArena. En el campo se está disputando un partido que puede marcar el destino del club. Su equipo corren peligro de descender. Se imagina lo que significaría esta catástrofe para el club. El poderoso hombre apenas puede mirar. Respiración fuerte. Los labios tiritan sin control y reflejan el nerviosismo que lleva por dentro. Detrás de él, le observa con preocupación su médico, Dr. Karl-Heinrich Dittmar (actual médico en el club). Tras el pitido final todos respiran aliviados. Todo ha salido bien. Para Clamund, para el equipo y para los seguidores.
La tercera escena nos lleva a la sala de prensa en el BayArena, en lo más profundo del estadio. Es hora de despedirse del hombre que parecía tener una dependencia de trabajo, Reiner Calmund. En junio de 2004 todo fue demasiado para él. Su camino ha terminado. Su mirada está vacía, se ha quedado afónico. Ha gastado todas sus reservas. "Estoy hecho polvo", dice Calmund sin ningún tipo de dramatismo. Incluso por un momento parece que su cabeza va a terminar apoyada sobre la mesa. Después abandona la sala lentamente. Parece que el hombre ha terminado. Pero el que piense eso se equivoca...
El que mire estos tres momentos, podría pensar que Reiner Calmund es un perdedor. ¡Erróneo! Un gran equivocación, dado que es una persona optimista, con el que se puede uno reír mucho. Por el otro lado, el constante cambio entre lágrimas y triunfos refleja el pulso inestable del club, cuya imagen está marcada por sus formas de hacer las cosas. El inexplicable cambio entre actuaciones increíbles y desastrosas todavía se mantiene hasta el día de hoy. Muchos interistas han tratado de mejorar este aspecto con diferentes terapias. Se han escrito muchos artículos sobre este fenómeno. No es fácil tratar con él todo el tiempo. Incluso él mismo no lo ha logrado.
Con 70 "Calli" es algo más sabio. En el sector la gente todavía le pide consejo. Su gran experiencia vale oro. Antes apenas se le veía delante de las cámaras y hablaba sin pensarse antes sus palabras, ahora sus análisis como experto los sábados en la cadena Sky son muy competentes y buenos. Ha logrado combinar una lenguaje correcto con las mismas frases cargadas de humor e ironía que le gusta a los hinchas de la grada norte.
Si pone "Calli" te dan "Calli". Aunque ya no se toma todo tan extremadamente en serio. Claro que hay una cosa con la que no se bromea. Reiner Calmund es también o sobretodo con 70 años un hombre con un gran sentido por la justicia. Nada es demasiado esfuerzo si se trata de apoyar a gente con problemas o a niños.
Hace poco Reiner C. al parecer se cruzó con su propio retrato. El actor y cómico Michael Kessler, que gracias al maquillaje del ZDF (canal de televisión público en Alemania) logra transformarse en personajes famosos para confrontarse con ellos mismos, se disfrazó de Reiner Calmund para encontrarse con Reiner C. Calmund primero se quedó sin palabras, que ya quiere decir mucho eso. Las imágenes saldrán en verano en la televisión.
¿Dos "Callis"? Una buan broma. ¡Pero no os esforzéis! Eso es imposible. Tan solo existe un Reiner Calmund. Este sigue ligado al fútbol. Aunque ya se ha convertido en una marca propia. Y no una marca cualquiera, sino más bien un sello de calidad contra cualquier tipo de aburrimiento. Y si hace falta puede ser objetivo y profesional, pero sobre todo divertido.